Participación Ciudadana.-
El término participación ciudadana hace referencia al conjunto de acciones o iniciativas que pretenden impulsar el desarrollo local y la democracia participativa a través de la integración de la comunidad al ejercicio de la política. Está basada en varios mecanismos para que la población tenga acceso a las decisiones del gobierno de manera independiente sin necesidad de formar parte de la administración pública o de un partido político.
Otra forma en que se manifiesta la participación ciudadana es a través de las ONGs las cuales pugnan por ciertos temas sociales sin sustituir en las funciones del gobierno sino evaluándolas, cuestionándolas o apoyándolas (véase: lobby). También puede proponerse a través de la discusión de temas de importancia de los ciudadanos en foros organizados o por otras vías para llegar a un consenso.
Últimamente, organismos estatales forman consejos ciudadanos para la administración o evaluación de las políticas públicas, formados de ciudadanos interesados y expertos independientes.
Durante los últimos años se viene potenciando la necesidad de un proceso de participación pública, de un proceso de identificación e incorporación de las preocupaciones, necesidades y valores de los distintos agentes en la toma de decisiones. Una correcta participación pública consiste en un proceso de comunicación bidireccional que proporciona un mecanismo para intercambiar información y fomentar la interacción de los agentes con el equipo gestor del proyecto.
Algunas Administraciones prestan muy poca atención a la participación de los agentes, bien considerando que los profesionales son los más adecuados para tomar las decisiones de transporte con una orientación técnica, bien porque los políticos locales piensen que ellos representan mejor los intereses de los distintos agentes.
Democracia Jovenes.-
Con cuánta frecuencia paredes de edificios públicos y privados, casas y bardas en ciudades y pueblos se encuentran pintarrajeadas con grafitis, y si es sobre pintura nueva, el tachado de símbolos y números truncados se expande más y mejor. Todo indica que las experiencias de este tipo de conducta antisocial van contra las buenas maneras y las buenas conciencias por su búsqueda de referentes de comportamientos grupales y de definición de personalidad a través de la tribu a la que se pertenece.
Los jóvenes reclaman que la democracia no sea sólo una práctica de participación en las elecciones, sino además un sistema donde sientan que siempre pueden ser escuchados. También exigen que el desarrollo económico se halle articulado a políticas efectivas de cohesión social, con el propósito de que nadie se sienta excluido de la sociedad. Incorporar las dimensiones de la mayor diversidad cultural, que en cada una de las clases sociales existen, es asimismo otra demanda de la juventud.
A esto habrá que agregarle la implantación generalizada de la mentalidad utilitarista-consumista, según la cual el ser humano alcanzará el éxito en la medida en que posea cada vez más bienes materiales, los necesite o no, consumiendo cada vez más, en una sociedad que, paradójicamente, jamás podrá grantizar el pleno empleo a los jóvenes, y de allí la razón del desdoblamiento cultural vivo y particular de los grupos reducidos como las bandas urbanas, que lo mejor que pudieran hacer es el cambio del paisaje urbano tradicional por uno de grafiti, y no pasar a engrosar los grupos de sicarios que horrorizan a la sociedad con la ola de muertos, decapitados y mutilados de cada día.
LA SOLUCIÓN DE PROBLEMAS DE LA VIDA COTIDIANA.-
Hay muchos ejemplos de buenas prácticas, mostrando que las mejoras, son posibles. La capacidad de la democracia para la auto-corrección la hace única como sistema de gobierno.
1. Los aumentos en el número de mujeres que ocupan cargos de elección popular típicamente se produce cuando los partidos políticos se sienten obligados, ya sea a través de la presión pública o por requisito legal, para cambiar sus procedimientos de selección de candidatos, para que las mujeres tengan las mismas posibilidades que los hombres a ganar un escaño parlamentario.
2. No existe una solución sencilla a la corrupción una vez que se ha convertido en endémica. Pagar a los servidores públicos un salario decente a fin de que no tengan un incentivo para abusar de sus cargos, puede ayudar con una parte del problema. Los medios de comunicación y las organizaciones anticorrupción de la sociedad civil, pueden jugar un rol muy importante al respecto.
3. La opresión de la mayoría de las personas vulnerables o de grupos impopulares se puede prevenir mediante la protección constitucional de los derechos y libertades fundamentales, acompañado por el cumplimiento efectivo de la ley. La exclusión permanente de las minorías de cualquier participación en el poder político, se pueden abordar a través del sistema electoral, a través de disposiciones de cuotas, a través de acuerdos para compartir el poder, o mediante la descentralización del gobierno, de acuerdo con las circunstancias.
4. El control o interferencia del gobierno sobre los medios de difusión que cuentan con financiamiento público, puede prevenirse mediante el establecimiento de una autoridad independiente de difusión, con una política incluyente o de miembros no partidistas. Las concentraciones de la propiedad de los medios de comunicación se puede abordar a través de límites legalmente exigibles en materia de propiedad, incluidos los intereses entre los distintos medios.
5. Hay poca evidencia de que las personas hayan perdido interés en las principales cuestiones que afectan sus vidas, sin embargo, hay muchas que han perdido la confianza de que las instituciones de representación democrática puedan hacer mucho para mejorar, o en su capacidad para influir esas instituciones. Una mejor oferta electoral y un liderazgo político eficaz y sensible del gobierno son necesarios. No hay una solución única.
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